viernes, 3 de abril de 2015

Leishmaniasis

Es una enfermedad parasitaria oriunda de las selvas tropicales de América, también presente en Asia y África. Realmente la leishmaniasis representa un conjunto de enfermedades producidas por diferentes especies del parásito Leishmania, las cuales divididas desde el punto de vista médico se pueden definir como leishmaniasis superficiales que afectan principalmente piel y mucosas, y las leishmaniasis profundas que dañan órganos internos (hígado, bazo, médula ósea), ésta última también conocida como kala-azar que si no es tratado a tiempo puede causar la muerte.

En más detalle, las leishmaniasis se pueden dividir en tres grupos:

Leishmaniasis Cutánea (LC), se presenta en forma de nódulos en la superficie de la piel donde fue inoculado el parásito.

Leishmaniasis Mucocutánea (LMC), se presenta con ulceración y erosión del tejido blando y cartílago.

Leishmaniasis Visceral (LV), con invasión de órganos internos por parte del parásito.

Esta enfermedad representa un grave problema de salud pública, ya que al igual que la enfermedad de Chagas genera un alto índice de morbilidad y mortalidad en la población. Actualmente existen aproximadamente 12 millones de personas infectadas por Leishmaniasis a nivel mundial, sin embargo hay muchos casos que nunca son reportados. La leishmaniasis forma parte del grupo de enfermedades asociadas a la pobreza, principalmente porque los que la padecen viven en áreas remotas, pero además estas personas presentan un estigma social debido a que muchas veces sufren desfiguración del rostro o quedan con cicatrices muy notorias debido a las lesiones; por tanto las personas sufren un impacto psicológico permanente que los lleva a mantenerse ocultos. Esto significa que a veces aunque una leishmaniasis superficial no genere la muerte del paciente, básicamente genera su muerte social.

La desestimación del verdadero estado epidemiológico de la leishmaniasis hace que los esfuerzos para controlarla sean ineficientes; sin embargo, se siguen haciendo esfuerzos para ello principalmente en los países endémicos.

Se ha informado de casos de leishmaniasis en todos los continentes, a excepción de Australia y la Antártida. En los países de América, la leishmaniasis es una enfermedad endémica, y en Venezuela está ampliamente distribuida en zonas como los valles del sistema montañoso de la costa, depresión de Yaracuy, zonas boscosas de Túren, zonas boscosas de los llanos y los Andes, e inclusive en el sur del Orinoco.

¿Cómo se contrae la Leishmaniasis?

El parasito protozoario es trasmitido por la picadura del mosquito simúlido o flebótomo, del género Phlebotomus o Lutzomyia. Estos insectos habitan zonas con cierta humedad, distribuyéndose en zonas donde la temperatura promedio es de 20 °C; y por lo general pican en cualquier área expuesta del cuerpo. La transmisión se da porque un mosquito simúlido pica a un mamífero infectado, y éste mosquito ahora infectado inocula los parásitos a un hospedero sano a través de la picada cuando intenta alimentarse de sangre.

¿Cuáles son los signos y síntomas de la Leishmaniasis?

Existen diferentes formas de leishmaniasis:

La leishmaniasis cutánea afecta la piel y las membranas mucosas. Las llagas en la piel por lo regular comienzan en el sitio de la picadura del flebótomo y pueden durar meses o años antes de sanar por sí solas. En unas pocas personas, las llagas se pueden desarrollar en las membranas mucosas generando ulceraciones que no siempre sanan por sí solas.

La leishmaniasis sistémica o visceral afecta el cuerpo entero y es una forma que se desarrolla de 2 a 8 meses después de que la persona es picada por el flebótomo. La mayoría de las personas no recuerdan haber tenido una llaga en la piel, ya que ésta no siempre se presenta. Esta forma si no es debidamente tratada puede llevar a complicaciones mortales. Los parásitos dañan el sistema inmunitario disminuyendo el número de células que combaten la enfermedad y de esta manera debilitando aún más al paciente.

La leishmaniasis cutánea afecta la piel y algunas veces las membranas mucosas. Sus síntomas son, entre otros:

Llagas en la piel que pueden volverse úlceras que sanan muy lentamenteÚlceras y desgaste (erosión) en la boca, la lengua, las encías, los labios, la nariz y el tabique nasalObstrucción nasal, rinorrea y hemorragia nasalDificultad para respirarDificultad para deglutir (tragar)

En los niños, la infección visceral y sistémica empieza generalmente de una manera súbita con vómitos, diarrea, fiebre y tos. Los adultos por lo general presentan una fiebre que dura de 2 semanas a 2 meses, acompañada de síntomas como fatiga, debilidad e inapetencia. La debilidad aumenta a medida que la enfermedad progresa y empeora.

Otros síntomas de la leishmaniasis visceral y sistémica pueden ser:

Molestia en el área ventral (abdominal)Tos (en niños)Diarrea (en niños)Fiebre que dura semanas y que puede aparecer y desaparecer en ciclosSudores fríosPiel escamosa, grisácea, oscura y pálida (Kala-azar significa fiebre negra)Debilitamiento del cabelloMalestar abdominal vagoVómitos (en niños)Pérdida de peso

¿Cómo se diagnostica la Leishmaniasis?

Un examen físico puede mostrar signos de agrandamiento del bazo, del hígado y de los ganglios linfáticos. Información importante para orientar al médico hacia un diagnóstico acertado es saber si el paciente ha sido picado por flebótomos o mosquitos simúlidos, o si estuvo en un área donde se sabe que se presenta la leishmaniasis. Los exámenes que se pueden hacer para diagnosticar la afección abarcan:

Biopsia y cultivo del bazoCultivo y biopsia de médula óseaPrueba de aglutinación directaPrueba indirecta de anticuerpos inmunofluorescentesCultivo y biopsia de ganglios linfáticosPrueba cutánea de MontenegroBiopsia de pielDetección de anticuerpos específicos en sangre por serodiagnóstico (ELISA)

Otros exámenes que se pueden realizar son:

Conteo sanguíneo completoNiveles de inmunoglobulina en sueroProteína en sueroAlbúmina en sueroPruebas serológicas

La Fundación Jacinto Convit ofrece un servicio de referencia al cual los patólogos pueden enviar sus láminas para consulta y segunda opinión. Igualmente, la Fundación estará ofreciendo un servicio de diagnóstico serológico y molecular, éste último permitirá establecer la especie parasitaria infectante, y así de esta manera poder ofrecer un tratamiento individualizado más efectivo.

¿Cómo se trata la Leishmaniasis?

Actualmente se encuentra disponible la inmunoterapia o vacuna, la cual ha probado igual efectividad que el tratamiento convencional pero minimizando los efectos tóxicos y con un costo mucho menor. Esta vacuna se administra actualmente en el Instituto de Biomedicina y en los servicios de Dermatología Sanitaria a lo largo del país. Igualmente su uso ha sido implementado en varios países de Sur y Centro America, en donde actualmente la Fundación lleva a cabo una serie de proyectos en comunidades aisladas y de escasos recursos.

Los principales medicamentos utilizados para tratar la leishmaniasis son los compuestos que contienen antimonio y abarcan:

Antimoniato de megluminaEstibogluconato de sodio

Otros fármacos que se pueden utilizar son:

Anfotericina BFluconazolPentamidina

¿Qué debo hacer si creo que tengo Leishmaniasis?

Acude a tu médico. Si vives en el interior del país infórmate a través de este enlace (poner link al programa de dermatología sanitaria) donde queda el servicio de Dermatología Sanitaria mas próximo a tu localidad. Actualmente los servicios de Dermatología Sanitaria cuentan con el personal más calificado para asistirte.

A través de la consulta en línea prestamos servicio de asesoramiento a pacientes y facultativos en el uso de estas opciones terapéuticas alternativas para el tratamiento de cuadros clínicos recalcitrantes. Lo único que usted necesita es solicitar a su médico de cabecera o dermatólogo tratante que nos contacte a través de ese enlace y nosotros lo contactaremos a la brevedad posible.

La Fundación Jacinto Convit actualmente desarrolla líneas de investigación en esta área, que comprenden estudios de epidemiología molecular de los parásitos así como el desarrollo de nuevas alternativas terapéuticas para tratar la enfermedad.

A la izquierda: típica lesión ulcerosa clásica, expresión frecuente del polo cutáneo localizado; nótese la ulcera de aspecto redondeado, de bordes eritemato-violáceos infiltrados y elevados, de fondo limpio, granuloso y hemorrágico, no purulento. A la derecha: Leishmaniasis cutáneo difusa; nótese la abundancia de estructuras nodulares infiltradas con tendencia a confluir, así como la formación de placas eritematosas de tamaño variable.

A la izquierda: Leishmaniasis cutáneo mucosa, donde se puede evidenciar una clara infiltración del septum nasal con una mucosa congestiva e infiltrada que comienza a ulcerarse. A la derecha: Leishmaniasis intermedia, nótese las características lesiones frambuesiformes, vegetantes de superficie irregular de la cual emanan vegetaciones papilomatosas de color rojizo con tendencia a confluir formando placas.

Figura X: IgG total.

Fuentes:LEISHMANIASIS Y SUS VECTORES. Dr. José Witremundo Torrealba. Departamento de Parasitología, Universidad de Carabobo.Las Leishmaniasis. Informe de un comité de expertos de la OMSBiochemistry and Molecular Biology of Parasites. Editado por Joseph Marr y Miklos Muller.

http://www.jacintoconvit.org/es/programas/leishmaniasis/